QUÉ ES EL SLOW FASHION
La preocupación actual de la sociedad por la escasez de recursos, contaminación y otros factores que afectan negativamente al medio ambiente lleva a reclamar políticas sostenibles a sectores con impactos muy fuertes sobre el medio, en este caso el textil, que ocasiona al año 92 millones de toneladas de desechos a nivel global. El slow fashion nace como rebelión a este desastre.
¿QUÉ ES EL SLOW FASHION?
El slow fashion o moda lenta es un movimiento que, en pocas palabras, trata de minimizar el impacto de la confección masiva de prendas en el planeta, limita los recursos que utiliza durante el proceso, trata de producir con el mínimo de residuos o con residuo 0, respeta el entorno y a las personas e impulsa la economía local.
Está ciertamente relacionado con la sostenibilidad en cuanto a su conciencia por el medio ambiente y preocupación de recursos y social. La diferencia está en que el slow fashion trata de reducir el consumo de forma más específica diseñando prendas de calidad que sean perdurables en el tiempo y así evitar la sobreproducción.
Cuando surge el movimiento slow fashion
Para entender el significado slow fashion debemos volver al pasado, cuando nuestras madres o abuelas utilizaban prendas de producción local, que duraban mucho tiempo por su calidad y por la costumbre social de repararlas antes que tirarlas. Cada prenda era una pieza artesanal, algo muy personal y ajustado al estilo de cada individuo.
El movimiento moda lenta surge en respuesta al ‘fast fashion’ que apareció hace unos 20 años cuando las tendencias de moda empezaron a ser muy cambiantes y las marcas de ropa comenzaron a abaratarse, viéndolas como algo desechable. Debido a la creciente preocupación actual por el planeta, el consumidor exige normas de sostenibilidad, y la industria se ve en la necesidad de cambiar y desacelerar la producción
Características de las marcas slow fashion
Pero, ¿qué medidas toman exactamente las marcas de ropa que siguen el movimiento slow fashion? Las empresas orientadas a esta forma de fabricación y venta suelen seguir normas específicas que se encuentran dentro del plan ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), entre otras más concretas surgidas con la tendencia de la moda lenta. Veamos sus características más importantes:
- Prendas fabricadas con materiales sostenibles de alta calidad y que tienen gran durabilidad en el tiempo.
- Tiempos de producción lentos, por lo que la reposición de stock se ralentiza o incluso no llega a producirse otra tanda de una prenda concreta.
- El proceso de fabricación genera los mínimos desechos posibles o busca el residuo 0 (zero waste).
- Están implicados en la reducción de la huella de carbono que genera su ropa, con medidas como el km0.
- Producen y venden de forma local. Suelen trabajar con proveedores locales.
- Luchan por un salario y condiciones justas de sus trabajadores.
- Lanzan colecciones (y no productos por temporada) dos o tres veces al año. Algunas marcas incluso mantienen la colección y otras fabrican por encargo.
- No suelen seguir estrictamente las tendencias de moda.
Por qué es importante el slow fashion
La producción masiva de ropa y accesorios textiles pone en riesgo un recurso tan importante como es el agua, es responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero, de los vertidos contaminantes, entre otros peligros para el medio ambiente y las personas. Solo en EE.UU. un 67% de la ropa acaba en vertederos, un 18% se incinera con el proceso de valorización energética y únicamente un 15% es reciclada.
Algunas empresas ya empiezan a tomar medidas para reducir los daños y aplican metodologías del slow fashion necesarias para evitar la destrucción del planeta, ya que no consume tantos recursos, apenas genera residuos y es respetuosa con el medio ambiente. Marcas como Baluard Barcelona se basan en la moda ecológica y utilizan materias primas naturales, recicladas, sostenibles o que causan impacto mínimo en el entorno.
Cuánto contamina la industria textil
La industria textil es la segunda más contaminante después de la petrolera. Según la ONU, el medio millón de toneladas de microfibra que acaba en el mar equivale a 3 millones de barriles de petróleo y también a 50 billones de botellas de plástico. Si esto no te sorprende sigue leyendo, te damos más datos:
- Este sector es responsable del 10% de la huella de carbono mundial, más que los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos.
- Es el segundo contaminante de agua dulce en el mundo después de la agricultura.
- La fabricación de unos vaqueros requieren unos 7500 litros de agua, cantidad que bebe una persona promedio en 7 años.
- Una de cada diez camisetas fabricadas en el planeta se produce en Camboya, uno de los países más pobres del mundo donde pueden llegar a trabajar 80 horas por 100€ al mes, incluidos niños en muchas ocasiones.
- Aún un 85% de marcas de moda utiliza sustancias químicas dañinas para el medio ambiente en su cadena de producción.
- Sobre el 22% del impacto ambiental del sector textil está representado por el transporte.
- El 87% de las fibras necesarias para producir 100.000 millones de prendas acaban en vertederos o quemadas.